OPINIÓN: LA SALUD DESPUÉS DEL COVID-19

CESAR BENITES Médico Cirujano. Profesor en Universidad ESAN.

Por: CESAR BENITES

Médico Cirujano. Profesor en Universidad ESAN y Director de Marketing de Teva

Es posible que el Perú que conocimos hasta antes del 16 de marzo ya no vuelva a ser el mismo luego de levantada la cuarentena sanitaria que vivimos en estos más de 60 días; aún nosotros como individuos, no seremos los mismos. Y es que las pandemias y epidemias nos transforman. Son posiblemente las situaciones catastróficas las que demandan más de nuestra resiliencia, adaptabilidad, coraje e innovación.

El Perú no es ajeno a enfermedades severas que se han tornado en epidemias en nuestro medio. Basta con recordar en la primera mitad del siglo XX la Peste Bubónica en la Lima y la costa norte, la Fiebre Amarilla, Tifus y Viruela en los andes, así como la Malaria y la epidemia de Cólera que nos azotó en 1991 y colapsó el sistema de salud en esa época. En aquellos años asomaban algunas determinantes de las epidemias como la mala higiene de las ciudades, pobreza e infraestructura sanitaria deficiente.

Nuestro Sistema de Salud es fraccionado, tenemos múltiples financiadores y prestadores, con un gasto en salud relativamente bajo en proporción del PBI y comparativamente a nuestros países vecinos de la región. Este sistema, que hoy hace frente a una pandemia de proporciones imprevisibles y que ha optado por el camino de la eficiencia, llega a ocupar una de las primeras posiciones en la región, en relación a países que hacen más pruebas de detección, superando a algunos de economías desarrolladas que invierten una mayor proporción del PBI en salud.

Somos parte de un momento histórico en la salud pública del País, en la que, por primera vez, vemos a nuestro sistema de salud responder como uno integrado, en el cual el sector público y privado trabajan de manera integral y coordinada para hacer frente a esta pandemia y nos situamos codo a codo con los grandes sistemas de salud de países desarrollados, en cuanto a detección se refiere. Hemos sido testigos de la innovación desde la provisión de alimentos hasta los ventiladores mecánicos hechos en el País. Este es un momento de disrupción que debe sacar lo mejor de cada uno de los actores en salud incluyendo a la sociedad civil.

Durante esta pandemia hemos visto a los líderes tomar diferentes caminos en cuanto a salud pública se refiere. No hay fórmula única, pero el error tiene un costo de oportunidad muy alto, en donde se juega con la sostenibilidad económica de corto y mediano plazo, por lo que el compromiso social es altamente necesario en coyunturas como esta.

¿Cambiarán los peruanos y nuestro sistema de salud luego de terminada esta pandemia? Definitivamente sí. Somos testigos de un cambio en las preferencias y costumbres del consumidor, en donde posiblemente se apreciará cada vez más la salud a través de la prevención e inversión en consultas y mantenimiento de la salud. También tendremos un impacto en la manera como la sociedad posiciona a los profesionales de la salud, hoy son superhéroes con bata blanca que deben ganar, cada vez más, un mejor espacio en la mente de las generaciones que están viviendo esta pandemia. Así mismo se anunció el pasado 16 de abril que nuestro sistema de salud buscará moverse del fraccionamiento apuntando cada vez más a la unificación y que debe existir un redireccionamiento de la inversión en salud. Los actores de salud tomarán más protagonismo en donde los laboratorios farmacéuticos y farmacias se han mantenido al frente de la situación manteniendo el suministro adecuado de medicamento.

Estamos frente a un momento de disrupción total. Las atenciones por telemedicina han ido tomando cada vez más protagonismo como medida de soporte. El uso de aplicativos con información que brindan el mapeo de los sintomáticos de COVID-19 mediante geolocalización, el usar medios digitales de comunicación, el trabajo remoto, el aumento de las capacitaciones online y el uso de portales digitales para compras de víveres entre otros marcan un precedente de cómo será la vida luego de esta pandemia. Así también, las diversas innovaciones relacionadas al desarrollo de nuevos tratamientos médicos, vacunas y métodos diagnósticos que esta coyuntura ha generado, incluyendo el mapeo del genoma del virus del COVID en nuestro País.