Todos los países deberían seguir realizando esfuerzos para lograr una cobertura sanitaria universal y pública. Es el mensaje que ha querido transmitir la Organización Mundial de la Salud (OMS) durante la presentación en Pekín de su informe anual.
Este informe destaca una subida media del 5% de la inversión de los países de renta media y baja en los últimos años, con cifras más altas en naciones como Brasil, China o la India.
«La salud no debería depender del bolsillo de cada uno», ha declarado la directora general, Margaret Chan, quien ha presentado el informe esta vez en Pekín y no en Ginebra, sede del organismo y donde se realiza habitualmente.
China fue, precisamente, uno de los referentes que la directora general de la OMS empleó para instar a otros países a ampliar su sistema público sanitario. Según datos del organismo citados por Chan, el país asiático ha ampliado su cobertura de la salud pública del 15% de la población en 2008 al 95% actual, un crecimiento «meteórico» -ha declarado- teniendo en cuenta la población de más de 1.300 millones del gigante.
No obstante, todavía surgen muchas críticas al respecto desde distintos organismos, como la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE), sobre todo acerca de las diferencias de la atención sanitaria en China -que pretende alcanzar la cobertura total en 2020- entre el campo y la ciudad, y el difícil acceso a la misma de las clases más desfavorecidas.
Junto a China, Brasil o India, Chan ha destacado el progreso de algunos países africanos en esta materia.
«Me enorgullece afirmar que los países africanos han aumentado en una media del 26% su investigación en el campo de la salud en los últimos años», enfatizó la directora de la OMS, acompañada de los ministros de Salud de Zambia, Joseph Kasone; Ghana, Hanny-Sherry Ayittey, y Tanzania, Hussein Ali Mwinyi, así como del vicepresidente de la Asamblea Nacional Popular (ANP) china, Chen Zhu. Chan remarcó que la cobertura sanitaria universal es «el mayor poder igualador social y la última expresión de justicia».
«No digo que sea fácil ni barato, hay muchos baches y retos, pero con el compromiso de los líderes políticos y una gestión adecuada es factible».
La directora general de la OMS también ha apelado a la investigación como un factor clave para determinar las prioridades sanitarias de cada país y saber cómo estructurar el sistema, y apunta que cada vez
hay mayor cooperación internacional en este área.
Gracias a la colaboración internacional, está aumentando el número de publicaciones sobre investigaciones sanitarias. Científicos de países de ingresos bajos y medios participan cada vez más en esas colaboraciones, aunque los países de ingresos altos siguen predominando en la mayoría de los estudios. China brinda un ejemplo: entre 2000 y 2010, la proporción mundial de investigadores chinos como coautores de investigaciones publicadas aumentó del 5% al 13%. El Brasil, la India y otros países también han aumentado su participación en las publicaciones de investigación. Sin embargo, aunque las investigaciones están aumentando en general, lo están haciendo de forma desigual.
Con información del diario El Mundo
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