Muchas personas maltratadas vuelven a la escena de maltrato por cuestiones emocionales. Tanto hombre como mujer experimentan dolor, sufrimiento y odio, y se dan cuenta que es absurdo continuar con la pareja; pero no son capaces de poner límites por miedo al abandono, relaciones de poder y por sentimientos de culpa o rabia; otros buscan re experimentar emociones de dolor no superadas en la infancia.
Así lo señaló el Dr. Humberto Castillo Martell, director general del Instituto Nacional de Salud Mental, subrayando que cuando una persona se da cuenta que tiende a ser muy dependiente del otro y sabe que no le conviene, pero igual vuelve con él; debe hacer un alto y revisar sus emociones porque le están mandando una falsa señal de acercarse a personas que no son buenas.
Resaltó que se debe estar atento ante señales como: sentimientos de culpa, arrepentimiento, sentimientos de no tolerar la soledad, angustia de abandono, sentimiento de ser dominado y cólera en la pareja; y buscar ayuda profesional.
Según el estudio del Instituto Nacional de Salud Mental realizado en Lima y Callao en el 2012, cuatro de cada 10 mujeres que han sido maltratadas, dice que reiniciaría relaciones con su agresor si tuviera la posibilidad de volver el tiempo atrás.
En cada crisis de violencia se re experimenta emociones de dolor de la infancia
El Dr. Castillo, explicó que a veces las personas se encuentran con alguien para re experimentar emociones de dolor de su infancia de tipo abandono, maltrato, manipulación. “Ella se siente culpable, interpreta que provocó la situación de maltrato y se lo merece, es un sentimiento de culpa que no se dan cuenta que lo tiene”, acotó.
Detalló que en cada episodio de crisis la persona revive la experiencia, va tomando conciencia y aprendiendo a enfrentarlas, se da cuenta que es absurdo seguir, y poco a poco se va retirando. El proceso reparador puede ser largo, es necesario seguir un tratamiento para a calmar la angustia y la depresión; de esta manera se irá superando y saliendo de la culpa.
“Hay muchas parejas que pasan años en esta situación de violencia. Pasa varios episodios, tres cuatro, cinco o diez para recién tomar conciencia y retirase. Si no han curado o trabajado su dolor volverán a la escena del dolor e intentar comprender, que pasa”, subrayó.
Relaciones de poder, de dominio uno sobre el otro
Señaló que en las relaciones de dominio de pareja, al principio hay relación de poder igual para ambos, pero poco a poco uno va entrando al dominio sobre el otro, al punto de que el otro no puede escapar y quedar atrapado en la relación. “Al principio, pueden ser peleas más o menos equivalentes, pueden quedar de cero a cero, uno ataca y el otro ataca”, advirtió.