SOBREVIVIENTES A COVID-19 DEBUTAN EN DIABETES

Los consultorios de endocrinología siguen cerrados, los endocrinólogos atienden y hacen guardias en pabellones COVID. Los pacientes y sus familiares, durante la cuarentena dejaron de ir a los hospitales a recoger su medicación, y han vuelto a una alimentación hipercalórico en casa. Para colmo de males los tratamientos de los hospitalizados por COVID incluyen corticoides en altas dosis lo que hace debutar en diabetes a muchos de estos. Esta es la realidad contada por dos expertos que trabajan directamente en la lucha contra la diabetes tipo 2.

“Los endocrinólogos adultos mayores al inicio de la pandemia se fueron a sus casas por ser vulnerables y los más jóvenes aún están atendiendo pacientes COVID. La consulta externa se cerró, aun en setiembre no la han abierto. En el mes de marzo, abril y mayo, no hubo ningún tipo de ayuda a los pacientes crónicos”, es lo primero que no cuenta a Top Medical el Dr. Jorge Calderón, sobre la realidad que se ha visto en una población que ha sufrido de manera más severa la infección por COVID-19 y la complicación propia de su enfermedad por el abandono del sistema.  

El Dr. Calderón, ha trabajado durante muchos años al lado de los grupos de pacientes con diabetes desde el frente de ADIPER (Asociación de Diabetes del Perú). Ahora como coordinador del programa de diabetes del Hospital Loayza, no ha parado de colaborar con los grupos que han acudido en busca de ayuda.

Dr. Jorge Calderón, Diabetes del Hospital Loayza

“A partir del mes de junio se ha implementado varias estrategias, algunas que están más o menos sirviendo a la población son con la telemedicina. Hay un equipo que está dando atención vía virtual y está enviando medicamentos a un grupo de pacientes crónicos. El MINSA ha reaccionado. A los pacientes con SIS, se les envía el medicamento al establecimiento de salud que le corresponde. Eso antes no se hacía, antes todos los medicamentos se les daba en el hospital” añade.

La realidad más dura para los pacientes con enfermedades crónicas no transmisibles en esta pandemia la han vivido los que se atienden en el MINSA, que tiene el 75% de los pacientes con diabetes en el Perú. El 20% se atiende en EsSalud y solo el 10% en la parte privada.

En la salud privada han reaccionado rápidamente con el control vía telefónica, al principio. Luego mediante la teleconsulta, además de los pacientes tenían la facilidad de recibir los medicamentos en sus casas. EsSalud mediante su programa de pacientes crónicos también ha hecho el envío de medicamentos a domicilio. Los que han quedado en el abandono durante los meses de cuarentena ha sido el grueso de pacientes que atiende el MINSA, debido al colapso del sistema.

Dr. Miguel Pinto, Presidente actual de ADIPER

“Paulatinamente los hospitales nacionales y EsSalud renovaron automáticamente las recetas de los pacientes para que estos puedan recibir su medicación, pero allí ocurrió que los pacientes y familiares rechazaron cualquier tipo de contacto con el hospital por el temor a adquirir el COVID” cuenta el Dr. Miguel Pinto, Presidente actual de ADIPER y parte del staff de médicos de Hospital Cayetano Heredia.

“Estuve haciendo guardias en el Hospital Cayetano y algo que he visto es que los pacientes que no tienen diagnóstico de diabetes y acudían por COVID, durante su hospitalización desarrollaban glucosas elevadas, por diabetes no diagnosticada, estos han visto la enfermedad agravada y la mortalidad también ha sido mayor”, señala el Dr. Pinto quien actualmente pese a ser endocrinólogo hace guardias en salas COVID.

Antes el Hospital Cayetano Heredia, que es un hospital pequeño, recibía 1500 a 2000 consultas mensuales de pacientes con diabetes tipo 2. Ahora la atención de pacientes diabéticos no llega ni al 30% de lo que atendíamos. “Ese 30% que atendemos ahora en realidad se debe al compromiso de los médicos que tenían una lista de pacientes y pequeñas base de datos con la que han podido hacer seguimiento básico en el sentido si tienen alguna complicación o úlcera diabética” explica el Dr. Pinto.

La realidad más dura para los pacientes con enfermedades crónicas no transmisibles en esta pandemia la han vivido los que se atienden en el MINSA, que tiene el 75% de los pacientes con diabetes en el Perú. El 20% se atiende en EsSalud y solo el 10% en la parte privada.

No obstante, la deficiencia y la crisis económica por la pandemia también han impedido que la atención remota se concrete en muchos pacientes. “En el Hospital Cayetano Heredia la telemedicina todavía es insipiente. Hay especialistas mayores de 65 años o con comorbilidades a los que se les ha programado atenciones mediante teleconsulta de 8:00 am a 2:00 pm, pero muchos tienen problemas de conexión a internet desde sus casas y para concretar la consulta tienen que llamar por teléfono a los pacientes, quienes a su vez han tenido dificultad para pagar la cuenta de su teléfono celular y otros tampoco tienen internet. Ha sido una situación caótica”, narra el especialista.

Por su parte, el Dr. Calderón, cuenta que desde quincena de setiembre la demanda de pacientes COVID en emergencias se ha reducido en un 20%. Pero ese espacio dejado por los pacientes COVID, ahora lo está cubriendo los pacientes crónicos, muchos de ellos con diabetes, hipertensión, con enfermedad renal o con accidentes cerebrovasculares.

“La población como ha estado encerrada ha tenido poca actividad física, ha estado tensionada y no ha hecho una alimentación saludable. Muchos pacientes han subido entre dos a tres kilos en promedio. La población ha aumentado su peso por la inactividad física y estrés que implica la pandemia” apunta el Dr. Calderón.

Su colega del Hospital Cayetano, añade. “Los pacientes han llegado sumamente descontrolados de su enfermedad con glucosas muy altas y tratamientos irregulares e incompletos que se entiende. Una de las cosas que han hecho, según refieren, es que si tenían metformina para tres meses, solo tomaban la mitad o si tenían 20 unidades de insulina se ponían solo 10, en consecuencia su glucosa se elevaba” explica el Dr. Pinto, quien añade que hay una demanda contenida que se verá volcada en los hospitales a fines de octubre.

“La prevalencia de diabetes en adultos es alrededor de 7%. Es decir, hay un millón y medio de personas con diabetes tipo 2 y a esto tienes que sumarle los dos o tres millones de personas que tienen hiperglicemia en ayunas o intolerancia  a la glucosa. Hemos descuidado la atención primaria de este tipo de enfermedades” señala.

PACIENTES COVID DEBUTAN EN DIABETES

No obstante, un nuevo problema ha sido observado por el personal médico que atiende pacientes COVID. Además de las complicaciones que presentan estos pacientes con el virus, otros tantos han debutado con diabetes, luego de haber salido de las Unidades de Cuidados Intensivos. Esto se debe, explica el Dr. Calderón, se debe a las altas dosis de corticoides que reciben para palear las complicaciones del COVID.

“Hemos visto es que los pacientes con COVID-19, hospitalizados, han recibido en su mayoría grandes cantidades de corticoides, que son drogas que suben la glucosa y gatillan la diabetes. Por ejemplo, un paciente con obesidad, en el transcurso de su tratamiento para el COVID, le han suministrado corticoides que eleva su glucosa en 300 o 400 y sale del hospital en tratamiento con insulina” revela el Dr. Calderón.

“Tenemos muchísimos pacientes así. El debuts en diabetes se ha disparado a raíz del uso de corticoides en pacientes COVID. La prednisona de debía usar en 5 miligramos, normalmente, y a los pacientes COVID, le han estado dando 50 o 60 miligramos por día, durante cuatro o  siete días. La glucosa que estaba en 100 o 120 subía a 300 o 400. Hubo una cantidad de diabéticos que se han debutado de manera enorme debido a eso” apunta.

El especialista añade también que la mayor parte de estos pacientes afectados con diabetes por los corticoides, son personas obesas o que han tenido pre diabetes no diagnosticada. Estos pacientes que logran superar el COVID en las salas de hospitalización son dados de alta con tratamiento de insulina y luego pasan a tratamiento con metformina.

Lo que aún no se conoce es si el daño provocado por el uso de corticoides a altas dosis es permanente. “Todavía no tenemos data, tenemos que esperar unos seis meses, para ver que va pasar con estos pacientes que han sido dados de alta y han estado en tratamiento con insulina o metformia. Vamos a seguir la evolución de estos pacientes para ver cómo va” señala el especialista.

“Más o menos de 10 hospitalizados con COVID, al que se les suminsitraba corticoides a altas dosis, dos eran pacientes con diabetes y a otros dos más se les subía la glucosa con el tratamiento en UCI. Maso menos entre un 10% o 20% es el porcentaje de hiperglicemia asociada a corticoide y estrés por COVID. Estos pacientes afectados tenían una marcada condición de sobrepeso u obesidad. En personas que no tenían estos factores ni características no ha debutado en diabetes pese recibir corticoides en igual dosis”, explica el Dr. Calderón.

¿QUÉ HACER?

Conocido el problema que arrastra el sistema de salud, el Dr. Calderón y el Dr. Pinto, coinciden en la activación de los establecimientos de primer nivel para atender pacientes con enfermedades crónicas así como una mayor inversión en prevención.

“Nosotros deberíamos cambiar a un sistema de donde se invierta mucho en la prevención, en preventorios, centros y puestos de salud, dotándoles de todas las herramientas y tratamientos, donde los hospitales solo sean centro de referencias, solo para casos complicados y así el paciente solo asista a un hospital una o dos veces al año, solo para una evaluación específica, el resto debe ser atendida cerca a su domicilio regularmente” indica el Dr. Pinto, titular de ADIPER.

Por su parte el Dr. Calderón también exige que el estado dote a las farmacias de los hospitales nacionales nuevos medicamentos para la diabetes que existen en el mercado hace 20 años. “Solamente tenemos metformina, glibenclamida, insulina NTH e insulina R, en el petitorio nacional. Ya es tiempo que de actualizar el petitorio en favor de pacientes que tienen riesgo de hipoglicemia donde hay medicamentos que tienen menos riesgo como son los inhibidores de DPP-4 y los inhibidores de SGLT 2” señala.

En tanto, el Dr. Pinto señala que en la actualidad las empresas están manifestando y exigiendo a sus trabajadores de manera más o menos estricta que cuiden su salud y están exigiendo a sus trabajadores que cambien su estilo de vida. «Probablemente en los años que vienen en las hojas de vida no solo van a exigir que coloquen tu IMC, cuál es tu peso y las comorbilidades que tiene” finaliza.