Hay dos candidatas a vacuna que en setiembre entrarían a fase I pero se requiere recursos.
Laboratorio de Bioinformática, Biología Molecular y Desarrollos Tecnológicos de la Universidad Peruana Cayetano Heredia (UPCH) y la compañía Farvet vienen trabajando en el desarrollo de dos vacunas para el COVID-19. Ambas candidatas se encuentran aún en la fase preclínica y en un mes estarían iniciando fase I.
La primera vacuna está basada en una proteína recombinante del virus que es producida en un sistema de biorreactores utilizando células de insecto (baculovirus), mientras que la segunda usa bacterias de salmonela que han sido genéticamente modificadas para que no causen daño y llevan proteínas del SARS-CoV-2, con el fin de que el organismo genere anticuerpos.
Al menos una de estas sería aplicada de manera oral y una de las ventajas importante de esta vacuna es que “ya no se necesitaría un ejército especializado de vacunadores que puedan aplicar las inyecciones” indicó Mirko Zimic, jefe del laboratorio de Bioinformática, Biología Molecular y Desarrollos Tecnológicos de la Universidad Peruana Cayetano Heredia (UPCH).
Además, se podrían producir 30 millones de dosis en solo un mes y el costo sería menor a las otras candidatas de otros laboratorios.
No obstante, los tiempos que se manejan en esta investigación estipulan que se iniciarán las pruebas en monos, esperando que estos no hagan la enfermedad o lo hagan con una sintomatología muy leve. Los resultados se conocerán en seis semanas, terminando la fase pre clínica. En setiembre esperan arrancar con la fase I, con algunos humanos.
Es en esta etapa que se requiere de recursos para seguir con la investigación por lo que ambas instituciones ha solicitado financiamiento del estado y esta al parecer ha sido aceptada pese a que el Premier Walter Martos, señaló que ellos solo apoyarían “para que acceda a oportunidades internacionales que les permitan continuar con el desarrollo de una vacuna”. Este podría ser el principal escollo para continuar con la investigación.