Como parte de la innovación y tecnología de avanzada en procedimientos de alta complejidad, la Clínica San Pablo inicia una nueva etapa en el campo de la neurología intervencionista para atender a pacientes afectados con Accidentes Cerebro Vasculares (ACV).
“En el Perú los accidentes cerebrovasculares son un problema de salud pública muy frecuente que afecta a las arterias del cerebro. Se estima que anualmente se presentan 100 mil casos en nuestro país, de los cuales 50 mil ocurren en la ciudad de Lima, considerando esta enfermedad como la segunda causa de muerte a nivel nacional”, explicó el neurólogo intervencionista, Dr. Manuel Moquillaza, director de la Unidad de Ictus y especialista en el campo de la neurología vascular e intervencionista de la Clínica San Pablo.
Novedosa técnica
Debido a que los accidentes cerebrovasculares por lo general ocurren en un 85% por bloqueos de la circulación sanguínea, se está utilizando la novedosa técnica de ‘Bridging’, que consiste en la incorporación de dos procedimientos que han demostrado amplia eficacia para la atención de los accidentes cerebro vasculares.
El primero se llama trombólisis endovenosa que consiste en la aplicación de un fármaco a la vena y que puede ser administrado hasta 4 horas y media de iniciado los síntomas; y, el segundo es la trombectomía mecánica que es la extracción o aspiración del coágulo en sala de hemodinamia y puede ser realizado hasta 24 horas de iniciado los síntomas.
“Esta técnica se realiza en el mundo desde el 2015 y en el Perú ya lo estamos utilizando con buenos resultados. En la clínica tenemos un equipo conformado por neurólogos vasculares e intervencionistas las 24 horas y los 7 días de la semana”, comentó el galeno añadiendo que la primera paciente atendida con esta técnica fue una mujer de 85 años con arritmia cardiaca, hipertensión arterial y COVID-19 que tuvo con un infarto cerebral de 12 horas. En las primeras cuatro horas se le realizó trombolisis endovenosa y luego se procedió a retirar el coágulo con trombectomía mecánica.
El doctor Moquillaza advirtió que con la pandemia del COVID-19 los casos de accidentes cerebrovasculares se han duplicado. Recordó que el ACV es mortal debido a que, en pocos minutos, las células cerebrales empiezan a morir cuando el flujo de sangre se interrumpe. “Mientras más tiempo pase sin que el cerebro reciba un flujo normal de sangre, mayor es el daño que causa el accidente por ello es importante estar alertas algunos signos (asimetría facial, disminución de fuerza de la mitad del cuerpo o dificultad para articular palabras) y buscar ayuda lo más pronto posible ya que por minuto mueren dos millones de neuronas. La calidad de vida se va perdiendo minuto a minuto”, enfatizó.