ROCHE FARMA Y SUS PROYECCIONES EN EL 2021

Jurgen Schosinsky, gerente general de Roche Farma en el Perú

La firma europea apalancará parte de su crecimiento en el lanzamiento de nuevos medicamentos y tratamientos contra el cáncer y las enfermedades huérfanas, que incluye también alternativas efectivas para combatir el COVID-19 como Tocilizumab, que fuera estudiado en el país, afirma Jurgen Schosinsky, su gerente general en el Perú.

-¿Cuáles son las perspectivas para este 2021?

La apuesta es crecer de nuevo, entre 5% y 10% y este comportamiento va a estar apalancado en que más pacientes puedan ser atendidos pese a la coyuntura y en el lanzamiento de nuevos productos.

-¿Cuántos nuevos productos lanzarán y contra qué tipo de enfermedades?

Por lo menos cinco productos en diferentes como Polivy (Linfoma B de células difusa); Evrysdi (atrofia muscular espinal); Xofluza (Influenza); Tecentriq + Nab-paclitaxcelb (contra cáncer de mama) y Gavreto (para el tratamiento del cáncer de pulmón y de Tiroides.

En Roche nos propusimos como organización a nivel global triplicar la cantidad de innovación que va a beneficiar al mundo en los próximos cinco años, es decir, traer más productos de innovación que puedan llegar a la mayor población posible. Para lograr eso se propuso incrementar la inversión en investigación y desarrollo, logrando la cifra récord de 12.000 millones de francos suizos (US$ 13.437 millones), lo que nos hace estar en el top 5 de las compañías más innovadoras del mundo.

-¿Cuál es el impacto de esta inversión en Perú, considerando que aquí también realizan estudios clínicos?

El año pasado invertimos casi 4 millones de francos suizos (US$ 4.5 millones) en la realización de estudios clínicos en el país y en los próximos cinco años esta fluctuará entre los US$ 20 millones y US$ 25 millones, lo cual es muy bueno porque no solo estamos contribuyendo a traer innovación, también a desarrollar mejores prácticas en salud y no solo en Lima. Queremos ampliar nuestro portafolio futuro en oftalmología, enfermedades huérfanas, autoinmunes (como Lupus) y claramente continuar innovado en tratamientos contra el cáncer y en enfermedades mentales.

-¿Cuántos estudios clínicos están haciendo en Perú y en qué ciudades?

A la fecha Roche cuenta con 37 estudios activos en el país, de los cuales hay 9 estudios en los que están reclutando. Además, ya tenemos 47 centros de investigación en Lima (38), Arequipa (4), Trujillo (4) e Iquitos de la mano de instituciones públicas y privadas y esperamos seguir creciendo.

LANZAMIENTOS: «Por lo menos cinco productos en diferentes como Polivy (Linfoma B de células difusa); Evrysdi (atrofia muscular espinal); Xofluza (Influenza); Tecentriq + Nab-paclitaxcelb (contra cáncer de mama) y Gavreto (para el tratamiento del cáncer de pulmón y de Tiroides.»

-Esta inversión global en investigación está sostenida en 19 nuevos compuestos en ensayos clínicos en fase III o con solicitud de aprobación en curso.

Sí, y justamente uno de estos compuestos que hemos estudiado es Tocilizumab, cuyo nombre comercial es Actemra. Este medicamento, que también ha sido estudiado en Perú, ha demostrado que en combinación con la dexametasona (corticoide) reduce la estadía de pacientes en UCI. Los ingleses ya lo están utilizando en su protocolo de pacientes graves de COVID-19.

-Este es el medicamento para tratar la artritis reumatoide.

Sí, en efecto.

-¿Qué tan posible es que se pueda incluir en la lista de medicamentos del Minsa y EsSalud para combatir el COVID-19?

El estudio sobre su efectividad ya fue comunicado a las autoridades y expertos médicos para que el sistema tome la decisión que considere más apropiada. Estamos dialogando con las autoridades pertinentes, el medicamento ya está disponible en el país.

-Además, han lanzado pruebas de antígenos nasal y tienen otros medicamentos relacionados al COVID-19.

Roche durante el año pasado trabajó en varias pruebas con utilidades diferentes en función a la etapa de la enfermedad. Empezamos con las pruebas moleculares y ahora hemos lanzado diferentes modalidades de pruebas que identifican, por ejemplo, si se ha desarrollado la inmunidad o no, la cual es útil de aplicar ahora con la vacuna, ya que se podría tener confirmación de si realmente una persona ha desarrollado la inmunidad o no. Este tipo de pruebas ya está disponible en el sector privado y estamos conversando a nivel de Gobierno para que también puedan adquirirlas a fin de identificar en qué momento el país logra desarrollar la inmunidad de manada.

También tenemos otros productos como Regenerón y AT 527 que todavía están siendo estudiados para el tratamiento contra el COVID-19 y que podrían entrar en el mercado peruano en los próximos meses.

-¿Cómo están sobrellevando esta nueva cuarentena y cómo afecta las operaciones de Roche Farma?

En nuestro caso, la segunda cuarentena no ha cambiado mucho en la forma que ya veníamos operando, porque desde del primer confinamiento tomamos acciones muy concretas y adaptamos nuestras operaciones a esta nueva forma de trabajo. Al principio fue muy desafiante respecto a cómo asegurar la cadena de suministro a nuestros clientes, sin embargo, con el tiempo hemos logrado optimizar de forma importante nuestros servicios.

-¿Qué tomaron en consideración para lograr adaptarse?

En primero lugar, hicimos un gran esfuerzo para generar alianzas – que es uno de los principales desafíos del sector salud en el país- con nuestros distribuidores, proveedores (para continuar con el proceso de educación médica) y con las instituciones de salud para asegurarnos junto con ellos de que los pacientes crónicos sigan recibiendo tratamiento. Logramos incursionar, por ejemplo, en la casa de pacientes con cáncer y hasta coordinamos con compañías de transporte el traslado de los mismos para mitigar los riesgos de contagio de COVID-19. El segundo punto importante y que potenciamos mucho es la digitalización, hoy todo el proceso de educación médica es digital y también hemos colaborado con diferentes instituciones para potenciar sus capacidades en esta línea y hemos facilitado la telemedicina.

-Se ha generado toda una revolución.

Sí, estamos en un proceso de revolución en nuestra forma de hacer negocios, y ha sido satisfactorio porque lo que empezó como a raíz de una amenaza (por la pandemia) y ante la necesidad de cómo sostener la atencional paciente, se ha convertido ahora en una nueva oportunidad y queremos seguir en esta línea, construyendo alianzas para abordar los desafíos del sector salud y, de otro lado, impulsar la digitalización en esta industria.

-¿En qué medida han digitalizado sus procesos?

El 95% de nuestras acciones son digitales y hacia eso vamos. De alguna forma, esto está creando conciencia sobre la importancia de ir personalizando la atención al paciente y esa es un área en la que Roche ya venía trabajando hace tiempo, cuando hablábamos de personalización de la medicina desde una minada más biológica, en el sentido, de identificar y garantizar que cada paciente recibiera la terapia adecuada en función de su huella bilógica, ya que tenemos capacidades muy fuertes en diagnóstico, molecular, en medicamentos biológicos que impactan muy específicamente en ciertas enfermedades, entre otros.

Con la pandemia también surge la necesidad de dar un servicio según cada caso, es decir, cómo acondicionar la atención a pacientes con cáncer que no quieren correr el riesgo de salir de casa por temor al contagio o cómo generar las condiciones de financiamiento para pacientes cuya cobertura de seguro no les permite acceder a un tratamiento, etc. Hacia este tipo de evolución vamos.

-¿Cuánto tiempo les tomó todo este proceso de digitalización?

La etapa de digitalizar nuestras interacciones con clientes fue muy rápida, porque eran prácticas que ya estábamos empezando a hacer. El desafío estaba en cómo lograr que escalara al 100% en toda la operación y lo logramos en cuestión de uno a dos meses.

Ahora, la tarea es cómo ayudar a digitalizar el sector Salud. Este es un viaje de nunca acabar. Por ejemplo, si se logra digitalizar las historias clínicas e interconectarlas sería un gran beneficio para el paciente.

-El año pasado el mercado farmacéutico creció de manera incipiente, ¿cómo le fue a Roche, considerando que muchos tratamientos de enfermedades crónicas no fueron atendidos por darle prioridad a mitigar la pandemia?

La pandemia nos llevó a un decrecimiento de alrededor del 10%, pero más allá de haber sido afectados financieramente, lo que nos inquieta es el impacto que estos trajo, porque esto significa que menos pacientes tuvieron acceso a medicamentos, sobre todo oncológicos, que es nuestra especialidad, y en enfermedades catastróficas.

-¿Cuánto cayeron las compras de medicamentos del sector público?

La compra pública el año pasado decreció alrededor de 40%, pero logramos compensarlo con la parte privada. Esperamos que en esta segunda ola esto ocurra, al menos en el Instituto Nacional de Enfermedades Neoplásicas (INEN) vemos que están mejor preparados. En general, la expectativa es que se active más la parte pública, sobre todo por el acceso a innovación que estamos buscando, de hecho en la Dirección General de Medicamentos, Insumos y Drogas (Digemid) se está discutiendo el listado complementario y especial de medicamentos oncológicos y confiamos en que en vista de la coyuntura se dé una aprobación rápida, porque va a tener un gran impacto en la atención de los pacientes con cáncer en el país. Tenemos, por ejemplo, medicamentos orales y subcutáneos que permite que puedan también ser administrados en casa, lo cual en esta coyuntura es importante. La intención, en general, es lograr el acceso a medicamentos innovadores a través de diferentes mecanismos. Por ejemplo, con algunas clínicas, estamos trabajando en fórmulas de pago solo cuando se compruebe la efectividad del medicamento y eso lo queremos aplicar también en las instituciones del Estado, pero hay que hacer ajustes en la normativa para ello, y otro elemento que vemos con buenos ojos es crear un fondo para enfermedades catastróficas.