ENTREVISTA A MARGARITA PÉREZ SILVA, DECANA NACIONAL DEL COLEGIO DE OBSTETRAS DEL PERÚ

“Cada vez sacan normas en la que nos están excluyendo”

La OMS ha declarado el 2020 como el ‘Año de la Enfermera y la Obstetra’, por eso es importante darle una mirada a cómo está posicionada la obstetra en nuestro país dentro del grupo de trabajo en un establecimiento de salud. Aquí la Decana Nacional del Colegio de Obstetras del Perú, nos cuenta de sus luchas ante el MINSA y otros colegios, para revalorizar la profesión obstétrica en beneficio del paciente

Soy obstetra asistencial trabajé en el Ministerio de salud por 23 años. Además, también fui secretaria nacional de la Federación Nacional de Obstetras durante seis años, luego fui sub secretaria general de la misma, cargo que renuncié en el 2018 para postular al Colegio de Obstetras. Cuando estuve en la Federación logramos varios beneficios en cuanto a la escala remunerativa, que se va cumplir en su totalidad en el 2021, conseguimos el residentado en obstetricia, entre otros logros.

¿Qué la motivó de pasar de la Federación, que tiene una función más sindical,  al colegio que tiene otras funciones para sus colegiados y la institución?

Como profesión hemos afrontado muchos problemas en estos dos últimos años con el Ministerio de Salud, porque cada vez sacan normas en la que se nos está excluyendo, nos están quitando algunas funciones en la que debemos estar por nuestras competencias.  A eso se suma el desprestigio de nuestra profesión de parte de otros gremios profesionales. Eso me motivó a llegar al colegio para trabajar en esas dos líneas: la defensa de nuestra profesión y el desarrollo. El colegio representa a todos los obstetras a nivel nacional, somos 37.500 obstetras.

¿A qué normas específicamente se refiere?

Nosotros tenemos una Ley de Trabajo que enmarca las funciones que realizamos, obligaciones y deberes. Tenemos un reglamento que es aprobado con Decreto Supremo, donde está especificada el reglamento de la Ley de Trabajo del Obstetra. Pero el MINSA emite unas normas donde no considera al obstetra. Tenemos más de un año de un reclamo por la modificatoria del Manual de Clasificador de Cargos en el cargo de obstetra donde está establecida las funciones que realiza el obstetra. Este manual se hizo en el año 2008 por lo que pedimos una actualización. Se logró modificar el año pasado producto de una mesa de trabajo, entre representantes del MINSA, El Colegio de Obstetras y la Federación. Sin embargo, poco después de ser aprobado, el gremio médico y una sociedad médica, ejerció presión y nos excluyeron. De un día para otro cambiaron la resolución. Nosotros lamentamos que no se emitan las normas con criterios técnicos a beneficio de los pacientes sino a presión e interés de otros grupos profesionales.

¿En qué es que no le dejan intervenir?

Reclaman que no deberíamos intervenir, puntualmente en el tema de adolescentes, prevención de cáncer de cuello uterino y mama, consejería en el climaterio, y atención inmediata del recién nacido. El MINSA en su emisión de norma señala que una vez nacido el bebé no podemos ni valorar cómo nacen, porque existen parámetros y que esta atención debe hacerlo otro grupo de profesionales, cuando el parto es un proceso continuo y por nuestras competencias, formación y funciones, nos corresponde.

¿Ustedes han reclamado este punto?

Nuestro reclamo es que esa situación no  puede darse porque genera violencia en la atención para la mujer y el recién nacido, porque hay una disputa en el profesional que está atendiendo y otra que quiere recibir al bebé.

¿Qué otras normas se han emitido que los excluye de la atención?

Hay otra norma con respecto al cáncer de cuello uterino, el segundo que mas mata a las mujeres en el Perú, con 1800 mujeres fallecidas en el 2018. Sin embargo, el MINSA a presión de un grupo de médicos ha pedido que se cambie la guía que señalaba que el médico ginecólogo obstetra y la obstetra, podían hacer la detección temprana. El ministerio emite una nueva directiva para cáncer de cuello uterino donde coloca que la detección (la prueba de papa Nicolau) debe ser realizada por el médico obstetra, el médico especialista en salud familiar, el médico general y en cuarto lugar la obstetra, en ese orden. Incluso pone que en caso no hubiera ello, puede hacerlos otros profesionales. Lo que nosotros reclamamos es que no hay un médico ginecólogo obstetra en cada establecimiento de salud, menos en los más centros más alejados.

¿Ustedes consideran que deberían hacer la prueba de detección o prueba preventiva junto a los ginecólogos obstetras?

Siendo respetuoso de la función de los médicos, los médicos generales no tienen las competencias que sí lo tiene la obstetra para esta atención. Nosotros interpretamos que esta norma está reduciendo el acceso y derecho que tienen las mujeres de tener atención oportuna y de calidad. Nosotros solo vamos a ayudar en la prueba, si la prueba sale anormal hacemos la referencia, no estamos diciendo que vamos a tratar, eso es para el médico oncólogo. Esa es la forma como trabajar: enfatizar en la prevención.

¿Siente que se les está excluyendo del manejo integral que se les da a los pacientes?

Sí, hay otra norma que ha sido emitida por el MINSA sobre los bancos de leche materna en la que no consideran al obstetra para integrar el equipo, incluso ponen otros profesionales y hasta personal técnico para integrar el equipo. Pero dentro de las funciones hay una que es encargado en la consejería para crearles conciencia a las madres para donar la leche materna y esa consejería debe darse desde el embarazo y el puerperio y  esa parte lo trabajamos nosotros,  por lo que deberíamos ser parte de este equipo y no hemos sido considerados. Según el INEI, del total de controles prenatales, los obstetras realizan el 80% de estos. Realizamos la gran mayoría de controles prenatales por lo tanto no se explica porque no estamos incluidos.

¿En qué otros frentes está luchando el colegio?

El Colegio también hace propuestas de salud pública sobre todo en algunos temas que no han sido bien enfocadas como el de la anemia, donde no hay una estrategia para las mujeres embarazadas. Según el INEI el 30% de embarazadas tiene anemia, es decir tres de cada diez embarazadas,  que tendrán bebés que nacerán de forma desfavorable pues se debe abordar el problema desde la etapa prenatal. Se invierte mucho en personal y medicamentos y agentes comunitarios para el monitoreo y seguimiento del tratamiento pero en la etapa de la gestación, no se hace nada. Por eso estamos preparando una propuesta contra la anemia y el embarazo adolescente que será presentada pronto al MINSA.

Al finalizar su gestión, ¿cuál sería una misión cumplida?

Que nuestra profesión sea revalorizada y ser los referentes en salud sexual y reproductiva. Además, como ente certificador mejorar las competencias profesionales de nuestros colegiados por eso estamos actualizando las normas, para reforzar las competencias de nuestros profesionales porque es la garantía de dar un profesional capacitado y actualizado para el país.

¿Cómo está distribuido el obstetra en el campo laboral?

18 mil obstetras están laborando en centros médicos y hospitales del sector público, dos mil en EsSalud y cerca de 800 en los centros médicos de las Fuerzas Armadas y Policiales, el resto que son como 16 mil están laborando en el sector privado, donde un grupo tiene sus propios establecimientos producto de su emprendimiento y otro labora en clínicas privadas.

¿Cuánto es la brecha que existe de obstetras en el país?

Hace algunos años se estableció para que pueda haber una obstetra en cada centro de salud había una brecha de seis mil profesionales. Actualmente estamos pidiendo que se actualice la data porque existe una norma que indica que tiene que haber consultorios y atención diferenciada para adolescentes o en temas de control prenatal y planificación familiar. Si cumplimos como dice la norma deberíamos tener tres o cuatro obstetras para dos turnos e un establecimiento pero esto no se da porque en varios centros solo hay un obstetra para todas las labores y para un solo turno, por eso pedimos que se cierre la brecha de profesionales.

Uno de los problemas reales que hay en los centros u hospitales es la falta de comunicación entre los profesionales que brindan, supuestamente, una atención integral y el más perjudicado es el paciente, ¿cómo mejorar esta relación entre los profesionales?

Cada cierto tiempo empiezan esas disputas y problemas que por un lado está propiciado por el MINSA            por sus normas que no son claras y que dan pie a este tipo de intromisiones en funciones que no competen a algunos profesionales, porque cada profesional tiene sus funciones delimitadas y claras que las respetamos y que tiene que ser así. Cada quien tiene que desarrollarse para lo que se ha formado. Lamentablemente estamos perdiendo esa visión de trabajo en equipo, porque en la salud de una persona interviene un equipo. No puede ser solo un profesional.  El clima laboral ciertamente se ve afectado por este tipo de problemas.

¿Se han reunido con representantes de otros Colegios Profesionales para tocar este tema?

Aun no, pero estamos tendiendo los puentes para que pueda haber este diálogo y aclarar estos temas que están haciendo que este problema se haga más grande aun. Como Colegio también somos responsables de la vigilancia del ejercicio profesional y tenemos un código de ética que enmarca como debemos conducirnos como profesionales. Tenemos también un reglamento de sanciones.

¿Cómo marchan con lograr gestionar las plazas para el residentado en obstetricia?

Estamos en la etapa de elaborar el reglamento que ya fue aprobado y estamos participando en la Comisión Nacional de Residentado en Obstetricia que se denomina CONARO y se está a punto de firmar un convenio con la comisión para avanzar a que se de la primera convocatoria. Este año no creo que salga el primer residentado en obstetricia pero el próximo sí. No ha sido fácil hay mucha oposición, para estas especialidades de dos años. Hay temor de algunos grupos que dicen ¿por qué quieren especializarse? Uno quiere especializarse dentro del área donde uno se desenvuelve. En los hospitales el requerimiento es que todos tengamos una especialidad para mejorar la calidad en los establecimientos de mayor complejidad. Nosotros tenemos la segunda especialidad que es en la universidad. Pero en la modalidad de residentado uno va recibiendo su remuneración y trabajando en el área donde se está especializando.

Eso sería un hito importante para ustedes…

Claro, hace 50 años el único profesional que podía hacer una segunda especialidad por la modalidad de residentado era el médico cirujano. Luego se amplió a otros profesionales. Nosotros también lo solicitamos porque el obstetra también se especializa con segundas especialidades pero que están cubiertos por nuestros propios recursos. En la universidades tenesmo especialidades que son en altos riesgo obstétrico. El residentado ya lo tienen los de enfermería, los químicos farmacéuticos y odontólogos.

¿Con cuántas plazas se empezaría este residentado?

Estamos indicando que sea con lo mínimo que se pueda porque requiere inversión. Hay residentados, como el de los odontólogos, que se inició con 12 plazas a nivel nacional pero para el siguiente año aumentó. Por eso es importante empezar con lo mínimo que se pueda pero progresivamente ir incorporando más. Lo ideal es llegar a unas 500 o 1000 plazas conforme pasen los años. Si no ha empezado antes es por mucha oposición. El reglamento del residentado se aprobó en el 2016 y los plazos no se han cumplido.

De acuerdo a la ley de trabajo, el obstetra puede ocupar un cargo directo en un establecimiento de salud, ¿existe obstetras en puestos de dirección en algún hospital o centro de salud?

Sí, la ley de trabajo dice que podemos ocupar cargos directivos, nuestra profesión se desarrolla en varis campos como el asistencial, el docente, de investigación y gestión y en este momento sí hay colegas que ocupan estos cargos mayormente en el interior del país.  Un colega nuestro es Director Regional de Salud y lo hacen muy bien.

¿Por qué considera que no existen más?

Hace unos años nuestro sistema de salud en cuanto a las direcciones de hospitales e institutos especializados estaba monopolizado, porque el reglamento para el concurso de cargos directivos indicaba, como primer requisito, ser médico cirujano. Por lo tanto ningún otro profesional, aun tenga la formación de gestión, podía ocupar un cargo directivo de hospital. Esto cambió en el año 2011 por mandato judicial, por discriminación de acceso al cargo directivo, el MINSA  se vio obligado a cambiar el reglamento con mucha resistencia, pero se cambió. No obstante, no se aplica. Desde esa fecha hasta hoy no hay un nuevo concurso de directores de hospitales donde ya podrían intervenir todos los profesionales de salud. De darse un nuevo concurso  ganaría el que tenga mayores competencias en temas de gestión, porque vemos que nuestro sistema de salud no es el mejor, al contrario, está muy venido a menos porque no siempre los mejores gestores acceden a los cargos.