DECANO LEÓN SORIA: “EN LA UNIVERSIDAD LOGRÉ MI MAYOR DESARROLLO ARTÍSTICO”

No solo le apasiona su carrera de químico farmacéutico y en su juventud el levantamiento de pesas, sino que hoy ocupa parte de su tiempo en la guitarra aprendiendo acordes de música criolla, su otra pasión, que provino de su hermano músico. Esta es la otra faceta del QF. Enrique León Soria, Decano de Salud de la Universidad Norbert Wiener.

¿De dónde nace su vocación por la química?

Siempre me gustó la química farmacéutica, por las connotaciones sociales que tiene, por esa vocación de servicio que se le inculca al químico farmacéutico de todas las escuelas, facultades y farmacias del país.

¿Qué experiencias vividas le ha dejado esta vocación?

He tenido una serie de experiencias notables y muy agradables, fundamentalmente como docente brindarles a mis estudiantes la experiencia de vida, los consejos propios de la profesión y cómo ser exitoso y entender que el aspecto ético de esta profesión debe primar sobre todo, más que el aspecto económico, político. Esta es una profesión de servicio a la población.

¿Tenía familiares ligados a la salud?

Mi hermana estudio enfermería, fue la única.

¿De qué barrio de Lima es?

Soy de los Barrios Altos de Lima, éramos ocho hermanos, uno de ellos falleció.

¿Cómo fue que se involucró en la investigación de plantas medicinales?

La química maneja muchos aspectos de los medicamentos que tienen como origen las plantas medicinales. La carrea de farmacia y bioquímica es una en la que la investigación es inherente, se hace mucha investigación.

¿Fue difícil estudiar  la cerrera aquel entonces dado el contexto social que se vivía?

Tuve tropiezos y situaciones que superé felizmente con la dedicación al estudio y siempre con esa predisposición que debemos tener el servicio a la sociedad. La docencia luego nos permite mucho poner en práctica esos principios.

¿Sus hijos no se han decidido por el campo de la salud?

Uno de ellos es contador y el otro es ingeniero de sistemas. No se decidieron por la carrera. De repente vieron el esfuerzo y sacrificios que se hace y no quisieron.

¿La madre de sus hijos sí es su colega?

Mi esposa es químico farmacéutica también pero a pesar de eso nuestra relación no funcionó. No hubo química, definitivamente (Risas).

¿Cómo fue que también se dedicó al deporte?

Desde los 12 años que estudiaba en el colegio Nuestra Señora de Guadalupe, comencé haciendo gimnasia, después pasé a practicar levantamiento de pesas. He sido campeón universitario de levantamiento de pesas en una de las primeras olimpiadas universitarias que hicieron. Siendo mediano levante más peso que uno de peso pesado. Toda la vida me gustó la halterofilia.

¿Qué le llamó la atención de este deporte?

Primero la gimnasia, que me formó para llegar al levantamiento de pesas. La gimnasia tiene un componente muy importante en el manejo del cuerpo y me gustó más el levantamiento de pesas  por una situación natural de que yo tengo mucha fuerza y se me hizo bastante fácil poder competir y ganar. En San Marcos, donde estudié, había entonces muy buenos entrenadores de levantamientos de pesa. De allí han salido campeones. La disciplina de este deporte nos la inculcaron de tal manera de que comenzamos a competir y lograr resultados.

¿De no haber estudiado química farmacéutica que hubiera estudiado?

La química siempre, lo escogí por la composición que tiene, el aspecto ético y el servicio a la sociedad, más que en la carrera que ingeniería química. El poder servir a la sociedad, poder contribuir con el bienestar de la misma.

La música también ha sido de su predilección en la Universidad Wiener…

Me gusta mucho la música criolla y toco guitarra. Nosotros formamos la peña farmacéutica, que estaba integrada por estudiantes, docentes y administrativos de la Universidad Wiener. Nuestro maestro y guía es y será Rafael Amaranto, un personaje inolvidable en mi experiencia de vida, muy ético y excelente músico.

¿Quién lo introdujo a la música?

Mi hermano es concertista de guitarra. Con él aprendí lo básico y lo demás lo perfeccioné aquí en la universidad, en el taller de música. En lo personal me enseñaron a mejorar la técnica de guitarra y me enseñaron también a cantar. Pero para cantar hay que perder la vergüenza.

¿Su hermano también es criollo?

Sí, es criollo y le encanta.  El es el mi hermano mayor, que a mí me tuvo 20 años con los acordes de do mayor que me los aprendí en un día. Siempre me preguntaba cómo me iba y yo practicaba. Pero en la universidad logré mi mayor desarrollo artístico, si es que lo puedo llamar así. Tengo entre 100 valses, boleros y baladas para aprender a acompañar con la guitarra.

 

DATO:
Q.F. Narciso Enrique León Soria
Cargo actual: Decano de la Universidad Norbert Wiener
Profesión: Químico Farmacéutico por la Universidad Mayor de San Marcos
Máster en Química de Productos Naturales por la  Universidad Mayor Autónoma de México
Doctor en Farmacia y Bioquímica por UNMS