ROMOSOZUMAB REDUCE UN 50% MÁS LAS FRACTURAS QUE LA TERAPIA ESTÁNDAR

Han pasado casi tres años desde que obtuviera el visto bueno de la Agencia Europea de Medicamentos (EMA) pero por fin ya está disponible en España el antiosteoporótico romosozumab (Evenity), según han anunciado en Madrid las compañías UCB y Amgen. Este medicamento está indicado para el tratamiento de la osteoporosis grave en mujeres posmenopáusicas con alto riesgo de fractura y se administra una vez al mes durante un año. Sujeto a visado, está contraindicado en pacientes cardiovasculares.

El fármaco se inyecta por vía subcutánea con dos inyecciones de 105 mg cada una. Actúa inhibiendo la proteína esclerostina, que limita la formación de hueso, y de esta forma fomenta la osteogénesis y reduce la resorción ósea. A través de este mecanismo de acción promueve la transformación de las células de revestimiento óseo en reposo en osteoblastos activos, lo que proporciona un rápido aumento de la masa ósea y mejoras en la estructura y la resistencia del hueso. A su vez, produce cambios en la expresión osteocítica de los mediadores de los osteoclastos, con lo que disminuye la perdida ósea.

«Su mecanismo es realmente único», ha enfatizado en la presentación del fármaco Esteban Jódar, jefe del Departamento de Endocrinología y Nutrición de los hospitales Quirón Salud Pozuelo, Ruber Juan Bravo y San José de Madrid, e investigador de dos de los ensayos clínicos con el medicamento. El experto ha señalado que pasados los doce meses de tratamiento, «se obtienen unas ganancias de masa ósea que no habíamos visto nunca hasta ahora».

RESULTADOS CLÍNICOS
Tras un año de tratamiento de con romosozumab, se recomienda pasar una terapia antirresortiva. «Se ha probado en dos ensayos clínicos que puede ser denosumab o un bifosfonato estándar, como alendronato, para mantener o incluso incrementar esta ganancia de masa ósea». Jódar ha señalado que en el estudio Frame, en el se probó el tratamiento consecutivo con un año de romosozumab seguido de otro año con denosumab, se obtuvieron ganancias de masa ósea comparables al tratamiento continuado durante siete años con denosumab, «que es el anticatabólico más poderoso que hemos tenido a disposición». Supone que el tratamiento secuencial incrementa la masa ósea 3,5 veces más rápido que solo denosumab.

El endocrinólogo ha recordado que los incrementos de masa ósea se traducen en una reducción del riesgo de fracturas, aunque para medir específicamente este efecto se comparó romosozumab con alendronato. Ha sido la primera vez que un antiosteoporótico se ha evaluado frente a un comparador activo y se ha visto que el nuevo fármaco reduce un 40% más el riesgo de fractura que la terapia estándar durante el primer año, y llega casi al 50% durante el segundo año.

VENTANA DE OPORTUNIDAD
La Sociedad Española de Investigación Ósea y del Metabolismo Mineral (Seiomm) aconseja iniciar el tratamiento con un anabólico o un anabólico dual como es romosozumab en población con osteoporosis grave con alto riesgo de fractura. Jódar ha indicado que durante los diez primeros años tras una fractura por fragilidad hay un riesgo alto de una segunda fractura, y que este riesgo es máximo en los dos primeros años. «Hay una ventana de oportunidad para actuar con fármacos que son poderosos, pero la realidad es que menos del 40% de pacientes que salen de hospitales públicos y privados de nuestro país con un diagnóstico de fractura obtiene tratamiento eficaz a largo plazo, o son captados por los servicios de manejo de la osteoporosis».

«Hemos aprendido mucho de la osteoporosis en los últimos años, y ahora estamos focalizados en un grupo de personas que son las que tienen una relación riesgo-beneficio más favorable para cualquier intervención, que son las personas fracturadas y sobre todo recién fracturadas». En este sentido, ha señalado que la llegada del medicamento ha sido «muy esperada por los clínicos, porque aunque no es un fármaco para todos los pacientes, nos puede ayudar para un perfil para el que hemos agotado las armas terapéuticas de las que disponíamos y se siguen fracturando y se sigue deteriorando su calidad de vida».

Contraindicación en pacientes con ECV
En cuanto a su perfil de seguridad, el medicamento está contraindicado en mujeres con antecedentes de infarto de miocadio o enfermedad cerebrovascular a raíz de los resultados del ensayo clínico frente a alendronato, que halló un incremento de eventos cardiovasculares. Pese a que este aumento del riesgo no se asoció a antecedentes cardiovasculares, las agencias europea EMA y estadounidense FDA decidieron contraindicar su uso en mujeres que han sufrido un evento de este tipo y han establecido el seguimiento del riesgo cardiovascular de las pacientes en tratamiento. En España, el visado garantiza que el medicamento no se administre en estas mujeres.

Este incremento del riesgo cardiovascular no se ha visto en otros ensayos o metaanálisis. «Son medidas de precaución que a mí personalmente como investigador y como clínico me parecen incluso excesivas», ha manifestado Jódar. «Creo que será cuestión de tiempo que se confirme lo que los investigadores pensamos, y que es algo que puede deberse al azar o simplemente a un efecto beneficioso no claramente establecido del comparador».

El fármaco llega a España con un PVP con IVA de 466,87 euros para el tratamiento mensual… el precio supone «una reducción importante frente a otras alternativas, teniendo en cuenta además que disponen de biosimilares».

MENOS DE 500 EUROS AL MES
En octubre de 2019 la EMA recomendaba la aprobación de Evenity. Han sido casi tres años, con pandemia de por medio, los que ha necesitado el fármaco para llegar a España. Pablo Talavera, director médico de UCB, ha reconocido que ha sido «un proceso largo» en el que jugó en contra la primera versión del IPT, en el que no se habían incluido todos los resultados de los ensayos clínicos, por lo que que quedaba en el aire cuál era la población diana del tratamiento.

El fármaco llega a España con un PVP con IVA de 466,87 euros para el tratamiento mensual. Para Miquel Balcells, director médico de Amgen Iberia, «es una alternativa altamente eficiente y que cubre una necesidad, como es la prevención de fracturas de muy alto riesgo». Su homólogo en UCB destaca que el precio supone «una reducción importante frente a otras alternativas, teniendo en cuenta además que disponen de biosimilares».