DESNUTRICIÓN HOSPITALARIA: LA REALIDAD DE PERÚ

El Dr. Guillermo Contreras, Jefe de la Unidad de Cuidados Intensivos -UCI- de la Clínica Cayetano Heredia revela cómo está nuestro país en conocimiento y creación de Unidades de Soporte Nutricional, su impacto en la mortalidad de los pacientes en áreas críticas y el gasto que le genera a las instituciones de salud el poco conocimiento de nutrir de manera correcta a los pacientes hospitalizados.

El riesgo de mortalidad asociado a la falta de una buena nutrición de un paciente hospitalizado es de dos veces más riesgo que la de un paciente bien nutrido, pero el riesgo aumenta aún más cuando el paciente está hospitalizado en un área crítica como una Unidad de Cuidado Intensivo (UCI). En este caso el riesgo aumenta a tres veces más. Pero si este paciente es un adulto mayor o recién nacido, o con enfermedades asociadas, el riesgo se puede quintuplicar, advierte el Dr. Guillermo Contreras, intensivista y especialista en nutrición hospitalaria.

“La desnutrición hospitalaria consiste cuando el paciente no puede absorber la cantidad de nutrientes o la cantidad de nutrientes que absorbe no es lo suficiente para lo que la enfermedad necesita de su cuerpo” explica el especialista quien añade que un enfermo necesita distintas cantidades de necesidades energéticas para proteger su vida y si no la recibe por vía oral, sondas o por la vena, dada su condición puede complicar su situación y morir.

Los profesionales que identifican a un paciente con desnutrición en un hospital es el nutricionista mediante una serie de evaluaciones y estos derivan los casos a la Unidad de Soporte Nutricional del hospital quienes tratarán de manera especializada a este paciente. Lo preocupante para el especialista en nutrición es que “de los 534 hospitales a nivel nacional que manejan pacientes hospitalizados de alta complejidad, solamente en 18 de ellos cuentan unidades de profesionales dedicados exclusivamente al soporte nutricional especializado”.

El Dr. Contreras señala que el problema es más serio, pues no contamos en nuestro medio con profesionales formados en nutrición clínica y/o hospitalaria. “Ahí tenemos una falencia en la formación. Esa misma falencia sucede con nosotros los médicos, no tenemos cursos de pregrado en la cual nos formen en nutrición clínica. En otros países hay una especialidad médica que se llama nutriología” suscribe.

“De los 534 hospitales a nivel nacional que manejan pacientes hospitalizados de alta complejidad, solamente en 18 de ellos cuentan unidades de profesionales dedicados exclusivamente al soporte nutricional especializado”.

LAS CIFRAS
El Instituto Nacional de Estadística e Informática (INEI) indicó que cerca de un millón de peruanos se internan todos los años en clínicas y hospitales y un reciente estudio realizado en América Latina por United for Clinical Nutrition, señala que el 50% de las personas que se hospitalizan se desnutren en el hospital pero esta cifra aumenta al 74.2% cuando se trata de áreas de cuidados intensivos.

Pero además del aumento de riesgo antes mencionado, “existen riesgos de complicaciones de diferentes tipos: paro cardiorrespiratorio, úlcera de presión o infección, que aumenta 1.6 veces más en un paciente malnutrido, infección aumenta 1.9 días más su hospitalización, lo cual aumenta el costo de su tratamiento porque son días más de antibióticos. El uso prolongado de ventiladores mecánicos pues el paciente mal nutrido consume las proteínas de sus músculos y por eso no tiene fuerzas para respirar. La desnutrición hospitalaria repercute en todo el sistema de salud” afirma el intensivista.

Un estudio que se acaba de publicar este año una revista de información médica y económica. Haciendo una extrapolación de cifras, que se han hecho a través de una información que se tiene de pacientes hospitalizados, en el Perú, se gastan aproximadamente 163 millones de dólares en pacientes hospitalizados en cuidados intensivos y el nivel de Latinoamérica la cifra es de 10 billones de dólares.

EL CAMBIO
La falta de hayan más Unidades de Soporte Nutricional en los Hospitales de nuestro país es en parte a que no existe una norma que obligue a los centros a conformarla. En Argentina y Chile es una norma esta conformación y todos los hospitales la tienen, algunos a través del departamento de nutriología

En Brasil se realizó con un estudio que se llama IBRANUTRI en el año 98 donde se conoció que el 50% de los pacientes hospitalizados en Brasil, sufría de desnutrición hospitalaria. Después de 25 años de trabajo han logrado que ese nivel sea disminuido a un 28%, que aún es una cifra alta.

En Perú la realidad es triste. “Realicé un estudio en UCIs junto con un grupo de profesionales latinoamericanos que se publicó en el Critical Care Medicine de Cuidados Intensivos, en la que identificamos que el 74% de los pacientes latinoamericanos incluyendo nosotros en Perú, donde participamos con 8 unidades de cuidaos intensivos, tienen algún grado de desnutrición moderada o severa. Esto de acuerdo a una escala que se llama valoración global subjetiva” afirmó Contreras.

COMO APORTAR
Existen tres pilares en la que se debe trabajar para dismunir la tasa de desnutrición hospitalaria en el Perú, según el Dr. Contreras. Una de ellas es la familia de los pacientes que debe saber cuándo su familiar está riesgo de desnutrición, o el mismo paciente, si está en condiciones de saberlo. “Se está en riesgo de desnutrición con mediciones como pérdida de peso mayor del 5% en los últimos 3 meses, falta de ingesta de alimentos por vía oral por los últimos 7 días, aumento de los edemas o hinchazón en pacientes delicado. Incluso si su paciente no come por más de dos días ya está en riesgo”.

Algunos pacientes podrían creer que su familiar está siendo nutrido cuando le colocan bolsas de suero en su habitación lo cual es totalmente fuera de la verdad. “Una persona adulta de aproximadamente 60 kilos requiere a 1800 o 2400 calorías, una bolsa de dextroza o suero con azúcar trae aproximadamente 50 gramos de azúcar que son solo 200 calorías y no se puede alimentar al paciente solamente con de azúcar pues 50 gramos de azúcar es lo máximo que una persona debe recibir al día según la OMS” indica Contreras.

Que la sociedad conozca este problema, reclame sus derechos y se involucre en el tema dará pie a que los profesionales tengan mayores y mejores canales para ingresar al conocimiento en las universidades e instalen estos soportes en los hospitales, añade el especialista quien añade que el segundo pilar es trabajar en la educación médica desde el pregrado.

“Cuando nos enseñan a hacer las indicaciones en hospitalización el punto número uno que nosotros escribimos es la dieta. Justamente ese punto importante que ya tenemos en la mente grabado es lo que más estamos dejando de lado en las hospitalizaciones. Muchas veces por desconocimiento” subraya.

Otro de los pilares es trabajar es la gestión de los hospitales pues con la evidencia farmacoeconomíca y los estudios científicos que se están empezando a generar, hay más que evidencia que una buena nutrición hospitalaria beneficia a todo el sistema de salud y hace más eficiente el gasto de las instituciones.