DR. OTOYA LÓPEZ:: “La muerte debe ser un tema humanizado”

Para el doctor Otoya López, lo más importante debe ser siempre el paciente. “Si se pierde la sensibilidad como médico, se pierde todo”, señala el galeno.

El Dr. Miguel Ángel Otoya López, Jefe del Servicio de Medicina Paliativa y tratamiento del dolor del Instituto Nacional de Enfermedades Neoplásicas (INEN), cuenta a Top Medical la importancia de la sensibilidad en un tema tan difícil como la muerte.

Doctor, ¿qué opina de las terapias integrativas que se encuentran mejorando la calidad de vida de los pacientes con cáncer?

Todas ellas son buenas, siempre y cuando mejoren la calidad de vida del paciente y brinden no solo un soporte físico sino también espiritual, emocional y social para el paciente.

Hablando acerca de los cuidados paliativos ¿estos qué actividades o medicamentos incluyen?

Bueno, en los cuidados paliativos se incluyen medicamentos como analgésicos que pueden comprenderse en antinflamatorios no esteroideos convencionales de uso normal, opioides fuertes, opioides débiles, medicamentos que se usan para terapias tipo bloqueos, medicamentos coadyuvantes por ejemplo los antidepresivos, para el manejo del dolor. Y por los síntomas asociados podemos utilizar medicamentos para las náuseas, vómitos, que pueden producirse por el mismo tratamiento o también por la enfermedad en sí. Temas como la muerte generan un sinfín de síntomas y d

Para el doctor Otoya López, lo más importante debe ser siempre el paciente. “Si se pierde la sensibilidad como médico, se pierde todo”, señala el galeno.

esgastes físicos y emocionales.

¿Qué beneficios se espera encontrar en un medicamento para mejorar la calidad de vida de un paciente con cáncer?

Hay que aclarar que mejorar la calidad de vida no es mejorar la vida del paciente. La idea de calidad de vida es mejorar la perspectiva de vida. Desde el punto de vista físico: sentirse bien, calmar las náuseas, calmar el dolor, el estreñimiento. Y desde el punto psicológico: no olvidar que la persona es un ser integral, no solamente es orgánico; sino social, espiritual. Entonces el tratamiento debe ser a nivel integral y no solamente tratar temas médicos, sino la afectividad del paciente, el modo de ver del paciente acerca de su enfermedad.

Usted como Jefe del Servicio de Medicina Paliativa y tratamiento del dolor del INEN, imagino debe observar muchos casos de pacientes que llegan en el momento terminal de la enfermedad. ¿Cómo asume la institución estos casos?

Bueno, el INEN es una entidad líder en este tipo de casos de pacientes con padecimientos oncológicos y por end

e también a nivel internacional en manejo de pacientes con cáncer terminal. Por la calidad y el tipo de pacientes, nosotros estamos capacitados para poder manejarlos adecuadamente, brindándoles soporte físico y emocional. La diferencia que nosotros tenemos es que no somos exclusivistas de un paciente, no vemos a un paciente como perteneciente a una determinada especialidad sino que proponemos que la atención de pacientes sea a nivel multidimensional. Si hay necesidad de llamar a un cardiólogo, llamamos a un cardiólogo, si se necesita un doctor de otra especialidad, lo llamaremos. Todo aquel que conlleve a la mejoría de un paciente, ayuda, y en ese sentido somos bastante sueltos. Tenemos que tener un soporte humanístico completamente integral.

¿Qué recomendaciones les daría a los pacientes y a los parientes de estos?

Lo primero es quitarnos el tabú sobre el tema de la muerte. Porque el morir es parte de la vida. Yo siempre les digo a mis pacientes que de lo único que estamos seguros al momento de nacer es que nos vamos a morir y que el tiempo que tengamos en la tierra lo veamos como un regalo de Dios.

Y ¿qué recomendaciones les daría a sus colegas? Porque también hay médicos que pierden el significado de la muerte y terminan observándolo como algo natural.

Bueno, indudablemente nosotros, con toda la ciencia y la tecnología que hemos desarrollado a lo largo de l

os años vamos a mejorar. Pero mejorar, no significa que enfrentemos a la muerte solo como un tema natural, sino como un tema humanizado. No clasifiquemos a nuestros pacientes por ¿cuánto tiempo le queda de vida?, o un número, un código, o darle tratamiento integral a todos. Una misma pastilla no les hará beneficio a distintos pacientes. Debemos individualizar a cada paciente, tanto en su tratamiento, en su diagnóstico, como en su seguimiento; y lo otro, ponernos en el lugar del paciente, tener misericordia de este.

Hay un dicho que dice que “El mejor dolor es el dolor ajeno”. Nosotros debemos comprender la dimensión que está pasando el paciente. No es fácil que uno se entere que va a morir, que tiene una enfermedad terminal o de que un padre, de un hijo de cuatro años, sepa que su hijo va a fallecer pronto por una enfermedad terminal. Entonces esa es la diferencia -creo yo- que como médicos paliativistas debemos tener, nosotros debemos tener una formación cie

ntífica pero también humana, debemos luchar por la mejora de nuestro paciente, pero no debemos perder nuestra sensibilidad frente al dolor y el sufrimiento. Si perdemos eso, creo que todo lo que sea demás, está demás. Hay un proverbio en la biblia que dice: La ciencia sin amor no es buena.

Doctor, ¿Qué opina de las nuevas terapias naturales, como el uso del viscum álbum o muérdago blanco en el cáncer?

Bueno el muérdago es una terapia inmunoreguladora que aparentemente ayuda a los pacientes a combatir la deficiencia inmunológica que tiene. No nos olvidemos que los pacientes con cáncer son pacientes que tienen una inmunodeficiencia crónica. Todo medicamento como el muérdago u otros medicamentos que se presentan en el mercado y ayuden a mejorar esta deficiencia son bienvenidos.