Laboratorios de Investigación lanzarán sus propias líneas de genéricos en el Perú

En octubre del 2010, la farmacéutica estadounidense Pfizer, desembolsó US$240 millones para adquirir el 40% de las acciones del laboratorio brasileño Teuto, en una clara apuesta por aumentar su participación en los países emergentes y elevar su portafolio de productos genéricos. La operación, que no sorprendió al mercado, no hizo más que confirmar el nuevo rumbo que la firma líder en investigación decidió tomar en el 2008 para enfrentar la inminente pérdida de la protección de la patente de Lipitor, el medicamento estrella que representaba alrededor de un cuarto de su facturación total. Pero Pfizer no fue el único gigante que le echó el ojo a este negocio en franca expansión, el cual registró ventas en el mundo por encima de los US$123.000 millones en el 2011. Prácticamente al mismo tiempo los laboratorios de investigación Abbott y Sanofi-Aventis también se dejaron seducir por los genéricos e invirtieron millonarias cifras en la adquisición de la hindú Piramidal y Medlay (el tercer fabricante de fármacos más grande de Brasil), para compensar la falta de descubrimientos lucrativos que tiene seriamente preocupada a la industria. Así, en los últimos dos años, países como Colombia, México, Brasil y otra larga lista de mercados emergentes han sido testigos de los primeros lanzamientos de sus nuevas carteras de genéricos, con los que entre el 2013 y el 2014 también tienen previsto competir en el Perú.

Gerardo de Eguiluz, gerente general de Sanofi Aventis Perú, ha sido el primero en confirmar que la firma de origen francés lanzará a inicios del próximo año quince productos genéricos bajo el paraguas de Medley (la marca del laboratorio brasileño que adquirieron hace algunos años). El ejecutivo prefiere no soltar prenda de las líneas con las que competirá en el país, solo comenta que su meta es cerrar el 2013 comercializando por lo menos 40 genéricos en el Perú. “Solo puedo asegurar que el farmacéutico tendrá la garantía de contar con un portafolio amplio de productos para escoger, que van desde antibióticos hasta fármacos para tratar la diabetes y problemas cardiovasculares”, precisa.

MSD (Merck Sharp & Dohme) no ha formado parte de la ola mundial de compras y ventas de empresas, pero también está buscando ingresar con fuerza a este negocio. En su caso, el arribo a este rubro se dará a finales del 2013 o inicios del 2014. “Nosotros no ingresaremos con simples genéricos sino con productos innovadores que estamos desarrollando. Por ejemplo, Arcoxia es un medicamento que se toma por vía oral (en caso de artrosis) y que en un futuro se podría comercializar en spray o en crema”, afirma Sidnei Castro, director ejecutivo de la firma. Las líneas que piensan comercializar no son un secreto, pues el propio Castro comenta que serán las mismas con las que compiten con sus medicamentos de marca en cardiología, diabetes, hipertensión, entre otras.

Rodrigo Puga, gerente general de Pfizer, también confirma su interés de competir en el mercado peruano de genéricos, como ya lo viene haciendo en Brasil, Colombia y México (en marzo pasado empezó a comercializar 55 medicamentos en este país). “La decisión ya está tomada, pero aún no hay una fecha concreta”, indica. No obstante, trascendió que durante la gestión de Félix Hernáez, la firma se puso como meta (inicial) lanzar sus primeras líneas de genéricos en el Perú en el 2011, lo que significa que la fecha que Puga prefiere no comentar podría estar relativamente cerca. Por el contrario, Roche y Astra Zeneca aseguran que su apuesta siguen siendo “exclusivamente” los productos de investigación (químicos o biológicos). Aunque Jeanette Chang, gerenta de ventas de la última, no le cierra del todo las puertas a los genéricos. “En el futuro podríamos dar algunas sorpresas”, agrega.

NUEVOS RUMBOS
Pero, ¿qué ha pasado en el mundo? ¿Por qué los laboratorios de investigación (que desarrollan nuevas drogas o medicamentos) decidieron diversificarse y apostar por los genéricos (aquellos cuya patentes ya vencieron)? Los grandes jugadores mundiales pasan por momentos difíciles. Muchos tienen ante sí una de las peores pesadillas que puede enfrentar cualquier farmacéutica: la pérdida de protección de sus patentes. “El ritmo de la invención de nuevos medicamentos ha disminuido y muchas patentes se están venciendo (el año pasado venció la patente de Lipitor que tenía una facturación anual de alrededor de US$10.000 millones), por lo que se abren los mercados a las versiones genéricas. Por lo tanto, no es extraño que los laboratorios de investigación estén interesados en “compartir” el mercado con sus propias versiones genéricas”, afirma Roberto López, coordinador de Acción Internacional para la Salud (AIS), versión que respalda la investigadora de la Universidad del Pacífico, Janice Seinfeld. Según sus cálculos, entre el 2011 y 2012 se vencerán las patentes de 20 medicamentos, muchos de ellos con altos montos de facturación (ver infografía).

Sanofi Aventis Perú y MSD reconocen que es cierto que la industria no está descubriendo moléculas nuevas a la misma velocidad de antes. Sin embargo, aclaran que esa no es la única razón que está llevando a los grandes jugadores mundiales a apostar por lo genéricos.

“Esta es una decisión con la que se busca dar el reconocimiento a la importancia que tienen los mercados emergentes (China, India y Latinoamérica), que tienen necesidades de fármacos innovadores por un lado y de precios bajos por el otro”, precisa Castro. No se equivoca. Distintos analistas estiman que la demanda de los emergentes contribuirá para que en el 2017 las ventas del mercado global de genéricos alcancen los US$231.000 millones. Otro factor importante que no puede pasar desapercibido, y que se está dando en toda Latinoamérica incluyendo el Perú, es el aseguramiento universal. “Cuando el sector termine de integrarse buscará la manera de ofrecer un seguro privado a buen precio, y para eso necesitará medicamentos de calidad a precios atractivos”, agrega Gerardo de Eguiluz, de Sanofi.

¿CAÍDA LIBRE?
¿El ingreso de nuevos jugadores a un negocio que hasta hace pocos años era dominado por el rey de los genéricos Teva Pharmaceutical Industries (y en el Perú por laboratorios latinoamericanos) generará algún impacto en los precios? Los laboratorios de origen local y de capitales extranjeros (que fabrican genéricos) consultados para este informe evitaron hablar, y los pocos que accedieron prefirieron hacerlo ‘off the record’. “Es una farsa, las transnacionales no quieren genéricos. Por el contrario, en todos los foros mundiales trabajan para desprestigiarlos. Utilizan ese discurso con las autoridades porque eso es lo que quieren escuchar”, señala el gerente general de uno de los principales laboratorios peruanos. El único que habla ‘on the record’ es José Silva, presidente de la Asociación de Industrias Farmacéuticas Nacionales (Adifan), y lo hace para mantener el mismo discurso. “El Perú es un mercado pequeño para ellos, no creo que lleguen a hacerlo. Además, se las pasan impulsando lobbies para evitar que otros laboratorios puedan comercializar genéricos, intentando extender la protección a sus patentes. La mejor prueba es lo que intentan lograr en el Acuerdo Transpacífico (TPP, por sus siglas en inglés)”, opina.

Los laboratorios de investigación ratifican sus intenciones, pero evitan confirmar abiertamente si la mayor oferta se reflejará en menores precios. No obstante, aseguran que la situación claramente “beneficiará a los consumidores”. Para Roberto López, de AIS, no hay dudas. “Cuando entran los genéricos, el precio baja (en ciertos casos) un 50%, y puede ir bajando hasta acercar el precio a los costos de producción. Eso sucedió con el tratamiento inicial del VIH, hasta el año 2000 costaba un poco más de US$10.000 por año, pero con la entrada de genéricos ahora se puede tener ese mismo tratamiento en menos de US$100, luego de un proceso de disminución sostenida del tiempo”, recuerda. Además, precisa que, a diferencia de otros mercados, en el Perú se observan hasta tres tipos de medicamentos: los de marca (el original), el similar o el genérico de marca (la copia del original pero con marca propia), y el genérico puro (el principio activo con su denominación común internacional). “En general, para la industria nacional el negocio está en los genéricos de marca, que son los que han escalado posiciones en los últimos años (ver infografía) y es en ese nicho donde se dará la mayor competencia, pues allí apuntan las transnacionales”, precisa. La investigadora de la UP, Janice Seinfeld, refuerza esa teoría: la mayor competencia siempre trae menores precios”, dice. No obstante, recomienda al Minsa y a la Digemid (que esta vez también declinó declarar para El Comercio) trabajar para reforzar la calidad de lo que se comercializa. “La Ley de medicamentos se aprobó el 2009, pero parece que todo quedó en el papel. Aún hay una tarea pendiente para generar confianza y asegurarse de que quien gane sea realmente el consumidor”, concluye.

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