WHO IS WHO: DR. ALBERTO TEJADA NORIEGA, MÉDICO URÓLOGO, EX MINISTRO DE SALUD Y EX ÁRBITRO DE FÚTBOL

“Siempre he tenido como pilar fundamental a mi profesión”

El doctor Alberto Tejada, fue uno de los mejores árbitros de fútbol, tanto a nivel nacional como internacional, también fue alcalde de San Borja y Ministro de Salud, pero nunca dejó de lado la medicina. Gracias a la disciplina que le dio el deporte en su juventud, ha sabido combinar todas sus actividades y destacar en cada una de ellas.

¿Cómo fue su infancia?
Soy el mayor de cuatro hermanos, somos una familia de clase media. Diría que he tenido una infancia normal, feliz sin contratiempos. Me desempeñé siempre acá en Lima a pesar que viajé por todo el Perú. Porque me gustaba viajar por el país y luego fuera del país.
¿Y en su juventud?
Mi juventud fue siempre muy marcada por el tema del deporte porque aun en mi crecimiento como adolescente y luego joven siempre ha estado el deporte al costado. Lo cual me limitó para no tener una vida de desarreglos y estar obligado porque el deporte me lo exigía.
Tanto la medicina como el deporte demandan disciplina…
Sí, podía compatibilizar una cosa con la otra, trataba de ser ciertamente ordenado porque también me debía al escenario deportivo que me brindaba cierta posibilidad de disciplinarme. Y sin embargo a pesar de ello, tuve la oportunidad de jugar campeonato en mi facultad, olimpiadas y era muy participativo.
¿A sus amigos no les parecía raro que tuviera esas dos actividades?
Era curioso para mis compañeros de medicina verme haciendo una actividad distinta los fines de semana. Porque mientras que fui estudiante de medicina también era árbitro de fútbol.
Se graduó de médico muy joven tengo entendido
Inicié mi profesión cumpliendo casi los 16, empecé joven y acabé la carrera joven. En esa época se estudiaba nueve años, dos de estudios generales y siete de facultad. Luego se hacía tres años de residencia en los que tenías que volver a postular. Pero igual comencé temprano y terminé la carrera a los 24 años.
Tuvo algunas facilidades para hacer ambas actividades, ¿por qué dejó el arbitraje?
Del fútbol me fui pronto. No llegué hasta el final, hasta el retiro esperando o que alguien me saque sino al contrario. He tratado de salirme temprano para que no colisione con mi profesión de médico.
¿Fue posible estudiar medicina mientras se hacía árbitro de fútbol?
Era posible porque la práctica del deporte está vinculada sobre todo en el alto rendimiento a la juventud y a una disciplina que te pueda dar el tiempo libre mientras que tú vas creciendo académicamente y en experiencia en una profesión como la médica.
¿Contó con el apoyo necesario para llevar ambas cosas a la par como la medicina y el arbitraje de fútbol?
Siempre tuve el apoyo de mi jefe cuando estuve en el hospital, y quizá también de un profesor cuando tuve que ausentarme un día en especial pero fueron los menos, siempre adecué mis horarios para que no hubiera una incompatibilidad. Cuando en un momento de mi vida se dio en el hospital, afortunadamente para mí, había una directiva que era de rango Ministerial que permitía a los deportistas acreditados tener licencia para trabajar en el estado. En esa época yo trabajaba en el Hospital de la Fuerza Aérea y allí trabajé 20 años.
Ha hecho cosas distintas en su vida de manera profesional, ¿con cuál se queda?
En mi vida no solo estuve en dos copas del mundo y fui dirigente de la FIFA, La Confederación y el IPD en el Consejo Nacional, también he tenido otras facetas en las cuales he sido alcalde. He hecho cosas distintas. Pero siempre he tenido como pilar fundamental a mi profesión y siento que por encima de cualquier actividad temporal que pueda haber realizado siempre he sido médico por encima de todo.
¿Quién le inculcó el deporte?
Mi padre, pues él también fue árbitro de fútbol, el primer árbitro FIFA que tuvo el Perú. Yo al espejo del él, recuerdo, iba acompañarlo cuando tenía cuatro o cinco años al estadio. Sin querer ingresé yo a ese escenario pues siempre hay una situación en el que uno ve a los padres como sus referentes. Gracias a él yo estuve en esa actividad porque no se me hubiese ocurrido ser árbitro, a lo mejor se me hubiese ocurrido ser jugador, pero no árbitro del cual la gente reniega tanto de ello por sus errores.
Siempre ejerciendo autoridad…
El árbitro inspira autoridad, el médico inspira autoridad y construye casi en los dos escenarios algo muy parecido. Los dos tienen que ser digno de crédito más allá de sus errores. Entonces, ambos construyen una personalidad confiable. Creo que sumó el deporte. Porque mientras había una juventud en curso, el deporte te alineaba un estilo de comportamiento de disciplina que quizá otros no lo tenían y viceversa, cuando el deporte se terminó siempre continuas en un sendero de cierto orden.
En la política también ejerció autoridad
Sí, porque en la política también se ejerce autoridad. Y esa autoridad se tiene que ejercer a la par con los mismos ingredientes que el médico, el árbitro, que el alcalde. En todos hay la administración del sentido común, de la confianza que está muy vinculado. Tú eliges a un médico porque confías en sus buenos oficios, en lo que él con sus conocimientos va impartir sobre ti, lo mismo en la política.