EL EMBARAZO ADOLESCENTE ES UN PROBLEMA REAL EN EL PERÚ

El 14% de adolescentes entre los 15 y 19 años de edad, ya han sido madres por primera vez, y un gran número de niñas de 10 a 14 años también han experimentado un embarazo a su corta edad.

El embarazo adolescente no es un tema exclusivo de los países pobres, pues afecta a las poblaciones de todo el mundo. En el Perú, a pesar de los programas desarrollados por el Estado, las cifras son cada vez más preocupantes.
Según la Encuesta Demográfica y de Salud Familiar (ENDES) 2013, un 14% de adolescentes entre los 15 y 19 años de edad, ya han sido madres por primera vez.

Dr. Jorge Corimanya Paredes, Jefe del Servicio de Ginecología del Instituto Nacional de Salud del Niño.

Sin embargo, las niñas de 10 a 14 años también han experimentado un embarazo a su corta edad. “Los registros en la RENIEC de madres de esta edad alcanzan los 2,000 nacimientos”, añadió el Dr. Jorge Corimanya Paredes, Jefe del Servicio de Ginecología del Instituto Nacional de Salud del Niño.

Pero lo más preocupante, según el Dr. Corimanya, es que estas cifras han aumentado en los últimos 20 años. “En el año 2000, en Lima, solo el 8% de niñas habían estado embarazadas; mientras que en el 2013 esta proporción subió al 11%”, detalló.

En cuanto a las regiones del país, algo similar ha sucedido con la costa, que pasó a tender del 9% al 15% de embarazos tempranos. Únicamente la región sierra y selva han bajado del 16% al 12% y del 26% al 24%, respectivamente, lo que pode defecto cataloga a estas zonas como las regiones con mayor embarazos adolescentes registrado en los últimos años.

Esto es un problema grave que debemos solucionar. Y es que “una niña que se embaraza precozmente, pierde las posibilidades de seguir estudiando porque tiene que cuidar su bebé y posteriormente trabajar para mantenerlo, lo que implica menos posibilidades de progreso para ella y su familia, y por lo tanto para nuestra sociedad”, opinó el experto.

La prevención debe ser prioridad
Ante estas cifras, la prevención toma un papel importante, resaltó el galeno. “Hay que darle mayor atención a la educación sexual en los colegios, procurar que las adolescentes terminen la secundaria a pesar de un embarazo y prevenir la violencia contra la mujer, entre ellos el abuso sexual. Y desde el campo médico, que es el que nos compete, proveer sin restricción los servicios diferenciados adecuados con métodos anticonceptivos modernos y eficaces”, apuntó el Dr. Corimanya.

En ese sentido, el Jefe del Servicio de Ginecología del Instituto Nacional de Salud del Niño, señaló que se debe evitar no tratar a las adolescentes con métodos anticonceptivos. “Ellas tiene la fisiología similar a la de una mujer adulta joven, lo que la hace capaz de recibir un tratamiento anticonceptivo”, señaló.

Actualmente la OMS ha llegado a la conclusión de los métodos a largo plazo como los implantes, el DIU medicados, son recomendados para este grupo de mujeres, incluyendo también a las píldoras anticonceptivas, especialmente aquellas que favorecen tanto los efectos ginecológicos y los no ginecológicos.

“Estas píldoras anticonceptivas modernas que tienen clormadinona y estrógeno es una formula conocida como Belara, y benefician el desarrollo de la piel de la menor, cuida su peso e incluso ayuda a tratar problemas como la dismenorrea, el ovario poliquístico, el hiperandrogenismo, hirsutismo, los desordenes hormonales y las hemorragias”, detalló el Dr. Corimanya.

Sin embargo, el Ministerio de Salud ofrece también alternativas gratuitas, entre ellos la ampolla mensual, de 3 meses (ideal para adolescentes porque cuida la mineralización ósea de la niña).

Lamentablemente, a veces estos medicamentos no son tolerados y requieren otras alternativas. “No importa el tratamiento adquirido por la adolescente, lo importante es que ellas se adhieran a su método anticonceptivo para evitar que segundos embarazos, cifras que son aún más altos (una taza de 30 o 40% más) , los cuales se registran antes de cumplir los 20 años”, finalizó el experto.