Un ataque al corazón o infarto al miocardio, ocurre cuando el músculo cardíaco no recibe suficiente aporte sanguíneo, debido a la formación de un coágulo que obstruye la circulación o la aterosclerosis que disminuye el flujo sanguíneo de la arteria al músculo cardíaco produciéndose la muerte de este tejido si no se restablece la circulación.
Como señala el Dr. Juan Lema, cardiólogo de la clínica Bellavista Auna, los pacientes que presentan infarto usualmente ingresan por emergencia, un grupo de estos ingresan con historia previa de dolor de pecho, cansancio, falta de aire, desmayo y otros síntomas; otros presentan el infarto sin previo aviso y otros presentan el cuadro conocido como muerte súbita, como consecuencia de un infarto masivo o una arritmia maligna secundaria a la falta de circulación a nivel del corazón. La mayoría de los pacientes presentan factores de riesgo como hipertensión, diabetes, dislipidemia (alteraciones del colesterol y/o triglicéridos), tabaquismo, obesidad, vida sedentaria, estrés o carga genética.
La prevención es fundamental, lo que implica un estilo de vida saludable desde la niñez, con una alimentación sana, evitándose la sobrecarga de grasas, dulces, y calorías (comida chatarra, gaseosas, bocaditos embolsados) que llevan a alteraciones en el peso (obesidad), en las grasas de la sangre (colesterol y triglicéridos), y aumento de la diabetes; por otro lado incrementar la ingesta de fibras en la dieta, (verduras y frutas), estas últimas deben ingerirse preferentemente en trozos y no como jugos.
Adicionalmente debe apoyarse en toda la población la realización de actividad física regular, a través de los deportes o simplemente con caminatas de 30 minutos, idealmente cinco veces a la semana.
Adicionalmente al estilo de vida saludable se debe realizar una evaluación de los factores de riesgo cardiovasculares que se llevará a cabo mediante una buena historia clínica y examen físico y a través de estudios de laboratorio en sangre y un electrocardiograma. Cuando el paciente lo requiera, se procederá a realizar otros exámenes como: ecocardiografía, prueba de esfuerzo, angiografía coronaría (cateterismo), estudios de imágenes cardíacos por gammagrafía o resonancia magnética y dosaje de enzimas cardíacas según sea el caso.
Según el II Registro Nacional de Infarto Miocárdico Agudo (Renima), del año 2011, el 70% de casos de infarto cardíaco en el Perú se presentaba entonces en la población mayor de 60 años. Sin embargo, en el III Renima del año 2014 – las tendencias habrían cambiado, pues ahora la población adulta joven estaría más expuesta a sufrir un infarto cardíaco por factores como el estrés o la alimentación poco saludable.
Aunque no hay estadísticas exactas sobre infartos al corazón, se calcula que en los hospitales y clínicas del país se producen entre 4 y 5 casos por semana, es decir unos 200 por mes. Es muy importante diagnosticar y tratar preventivamente para evitar los factores de riesgo.
¿Cómo prevenir un infarto?
Reducir los riesgos de un ataque al corazón es posible; para ello el Dr. Juan Lema, médico especialista de la Clínica Bellavista Auna le da los siguientes consejos que le resultarán muy útiles y aportarán a los hábitos de vida saludable.
1. Mejore la alimentación. Evita los alimentos con grasas saturadas, harinas procesadas, exceso de sal y carnes rojas. Prefiera los vegetales y frutas. La conocida ”dieta mediterránea”
2. Deje de fumar. Podría reducir el riesgo de padecer una enfermedad coronaria (angina o infarto de miocardio) en forma significativa.
3. Haga ejercicio regular por lo menos 30 minutos al día. La caminata es una excelente actividad y reduce el riesgo de una enfermedad cardíaca. Idealmente se debiera hacerlo cinco veces a la semana
4. Sométete a evaluaciones periódicas por parte de tu cardiólogo. Controle la presión arterial, los niveles de colesterol y glucosa, mantenga su peso adecuado. También debes de evaluarte si hay familiares cercanos que hayan padecido infarto o “derrame cerebral”
5. Disminuya el estrés, deje atrás las preocupaciones y lleve una vida sana.